Según algunas religiones una persona es víctima de una posesión demoníaca, es decir está endemoniada o poseída, cuando un espíritu oscuro entra en su cuerpo y este le hace hablar y comportarse no como ella quisiera, sino tal como el espíritu quiere.
Según algunas religiones una persona es víctima de una posesión demoníaca, es decir está endemoniada o poseída, cuando un espíritu oscuro entra en su cuerpo y este le hace hablar y comportarse no como ella quisiera, sino tal como el espíritu quiere.
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